Lo único que queda aquí es recordarlo hasta creerlo. No me desbordan las ganas de tenerte, pero me disgusta ya no tenerte. Fue la mejor decisión que has tomado, me encanta como sabes lo que quieres, pero me frustra que mi lugar esté ocupado. No tengo una explicación, tan sólo tengo la causa de no haberte enseñado mi corazón, simplemente te llevastes un que no era de nadie. Si realmente hubieras visto lo que yo sentía, jamás te hubieras ido de aquí, nunca te hubieras llevado mi verdadera felicidad. Se acerca el momento de las luces de colores en el árbol de navidad, el frío que desaparece al abrazar otro cuerpo, la ilusión de saber que tu regalo está debajo de ese árbol, pero ahora que no estás me pregunto que regalo para mi habrá, porque nada se compara a ti. Mi única verdad al decir que no te quiero, es que te amo, lo hago con tantas fuerzas que si lo enviara al cielo, se partiría como hice al verte ir. Me había acostumbrado a tu compañía, a tus manías, tu forma de mirarme, mis ganas de abrazarte, tus largos y tiernos besos, tu enorme y delicada sonrisa, tu inconfundible amor. Que estupidez para mi mente pensar que te dejé ir, que terrible dolor para mi corazón sentir que ya no lo necesitas.. Sé que ni siquiera me recordarás, pero a mi me encanta pensarte en cada momento, sentir que un día estuvistes junto a mi, escuchar canciones que nos identificaban, me encanta saber que eres feliz aunque odie saber que no es por mi, deseo a cada momento escribir por ti.
Pero aunque ya no quiera seguir dedicandote palabras, lo haré, porque en cada una de ellas siempre habrá una disculpa por el daño que te hice, porque siempre habrá otra disculpa para mi alma. Espero que sea cierto que el tiempo lo cura todo, porque siempre pensaré en ti antes que en mi, porque siempre serás mi primer pensamiento al amanecer y mi último al anochecer. Escucha tu propia melodía, porque yo siempre que la escucho me hace dar una razón para pensar, que siempre en algún momento, nos volveremos a ver.

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