Tengo una voz interior, un impulso repentino, aquí estoy.
Hay persona que nacen para hacerse notar, para llegar a otro ser vivo y atravesarle el corazón.
Aunque pertenezca al otro extremo del mundo.
No comprendo como es que tú, consigues llenarme el alma y calmar mi sed de destrucción.
Tú que ni siquiera me conoces, eres la clave para hacer desaparecer ese vacío interior.
Tú que tanto pasaste y que tus experiencias me transmitiste.
Tú que quisiste alzarte y llegar bien lejos, que mi corazón atravesaste.
Tú que hiciste que retumbaran las sensaciones de mi cuerpo.
Tú que haces que el universo sea un hueco donde refugiarnos contigo.
Tú que tanto nos diste, y tan pocos pudieron verlo.
Tú que haces las melodías acordes con tus palabras.
Tú que consigues que comprenda que mañana el sol volverá a brillar.
Tú que haces que el cielo sea más especial.
Tú que te marchaste entre las nubes, pero aún caminas entre nosotros.
Tú que haces resoplar las trompetas de todos esos ángeles que mandas a cuidarnos las espaldas.
Soñaba con alguien que pudiera comprender lo incomprensible.
Antes mi problema era, controlar el vicio de derrumbarme y dejar que todo girara sin más.
¿Cómo es que llegas a tirar abajo esos muros que se construyen de hormigón?
Mirar al cielo nunca había sido tan bonito.
Aunque daría lo que fuera por que aún no formaras parte de el.
Mi memoria se vuelca en el pasado, y mi presente se estanca como un pozo.
Esto no es una ruleta, pero da vueltas de forma que nunca consigo escapar.
Ahora nada es como era.
Pero nunca nada será como fue.
De la fuerza y valentía se suponía que trataba la vida.
Pero me lleno de lágrimas al pensar que tu no lo comprendías.
Tú viniste a mi vida para hacerme entender.
Tus errores los plasmaste para que nadie se abismara en ellos,
como hiciste tú.
Decias..
Sin embargo tú, sin saberlo.
Llegabas a cada extremo de mi alma.
Haciendo que todo tuviera magia.
Dejaste que cualquiera que tocara a tu puerta,
pudiera ver tus flaquezas.
No pusiste impedimento cuando te corrompieron al dejar que tocases el suelo.
A pesar de todo, nos enseñaste a derrumbar a cualquiera que nos tuviera contra la pared.
Te ahogabas en un vaso de melancolía, mezclado con algo de alcohol.
Esperando que alguien llegara para amarte.
Cuando el mismo mundo, ya te amaba.
Guardabas tus llantos para ocultar tus miedos.
Tu mirada se perdia.
Mientras yo te veia y ansiaba encontrarte.
Tu paz
Eso es lo que hoy tengo.
"Dedicado a Amy Winehouse.
Quien desde donde quiera que esté, es capaz
de devolverme mi propia paz interior.
Gracias, por ser la estrella que guía mi firmamento."
Ángeles Martín Sánchez.