Algo en mi cabeza me dijo: -Un corazón valiente y una lengua cortés, con eso llegarás lejos en la vida. Pero ahora márchate enseguida con tus amigos. Échate a dormir, porque ya se está poniendo la luna y lo que viene a continuación no está destinado a tus ojos - . Después de esas palabras, entendí la importancia que tiene tu conciencia. De este modo en mi dolencia ningún remedio se alcanza, pues me matan la esperanza, desdenes, celos y ausencia. Esto era lo más terrible. Que el limo de la tumba articulara gritos y voces, que el polvo gesticulara y pecara, que lo que estaba muerto y carecía de forma usurpara las funciones de la vida. Tengo por rutina una buena vida, aunque hay veces que me parece más una verdadera ruina. No entiendo por qué decir adiós significa cambio y yo sigo pensando en lo mismo, ni que ahora eche de menos a personas que se fueron a ningún lado. Todo me parece injusto, incluso el no haberme dado cuenta antes porque no siempre lo urgente es lo importante.
¿A dónde van todos esos besos que no se dan?
Habrá un lugar para vivir como en un cuento de hadas, pero seguro que es muy caro y no lo puedo pagar..
La verdad que ahora, soy mi propia decepción, al verme caer tan bajo y no hacer nada por volver a estar en la cima, viendo como las cosas se van volando. Quiero que vuelva ya o por lo menos que se haya ido para siempre, porque seguir en este ambiente no da para más. Tanto espero, que desespero. Ahora me falta, ahora lo tengo... hago recuento de lo que tengo y no tengo nada. Y yo sigo guardando mis esperanzas torcidas, mis decepciones, mis falsas amistades, mi reprimido orgullo y mis débiles rencores en una pequeña cajita de Pandora… hasta que se abra.
Aunque parezca mentira, ya ni mi sombra me habla, acabó siguiendo mis consejos a rajatabla.
Para no verme tan sola me olvidé del olvido, que siempre calienta el alma cuando acuden penas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario